Cuando uno empieza a estudiar lengua de signos (o señas) y entra en contacto con la comunidad sorda, lo que no sabe es que su vida cambiará para siempre.
Éstas son algunas de las cosas que suelen ocurrir:
1 – La lengua de signos (o señas) deja de parecer complicada y no comprendes cómo el resto de la humanidad no la entiende.
2 – A veces, cuando estás en el baño, en la ducha o solo en casa tienes la irrefrenable necesidad de hablar contigo mismo… En lengua de signos (o señas).
3 – Continuamente recuerdas el signo de una persona pero no su nombre.
4 – Sigues pensando cómo adaptar la música (no las canciones) para las personas sordas.
5 – Cuando recuerdas algo, no te acuerdas de si te lo contaron en oral o en lengua de signos (o señas).
6 – Cuentas hasta 10 (o 100) cada vez que te preguntan “El lenguaje ese de los sordomudos… ¿no es universal?”
7 – Ya no te acuerdas lo que es ver una película con amigos sin subtítulos.
8 – Los números en lengua de signos (o señas) te siguen dando miedo y siempre lo harán.
9 – Cuando alguien llama “discapacitado” a uno de tus amigos sordos te enfadas y le gritas “¡Es sordo, no discapacitado!”.
10 – No entiendes por qué no se enseña en las escuelas.
11 – Ya no te sientes cómodo/a hablando en oral en el autobús. Todo el mundo te escucha…
12 – Cuando ves fotos de signos (o señas) sabes lo que están diciendo.
13 – Puedes hablar con la boca llena.
14 – La persona que puede signar con una mano y hacerse entender, para ti, es Dios.
15 – La lengua de signos (o señas) se extiende a tu alrededor como la pólvora.
Y tú ¿Qué sentiste cuando empezaste a estudiar lengua de signos (o señas)?
Muy bueno y muy cierto siempre estoy buscando la seña adecuada
Me encanta. Es lo que yo siento