Dependiendo del tipo de sordoceguera de una persona, el método de comunicación varía. La mayoría de las personas de este colectivo pertenecen a los grupos II y III.
En el caso de las personas que primero son ciegas y luego pierden el oído (grupo III), el método más apropiado de comunicación es la llamada «dactilología en palma». Consiste en utilizar el alfabeto dactilológico de la lengua de signos (o señas) y marcar cada letra en la palma de la mano de la persona sordociega. Puesto que la lengua materna de la persona es el castellano, se ha de usar la gramática castellana.
En le caso de que la persona primero sea sorda y luego ciega (grupo II), el método más apropiado es la lengua de signos apoyada. Consiste en utilizar la lengua de signos, mientras nuestro interlocutor nos sujeta las manos. De esta forma puede palpar la configuración y sentir el movimiento de nuestra manos, averiguando así qué signo realizamos. Naturalmente, en este caso se ha de usar la gramática de lengua de signos.
En este vídeo se muestran los dos sistemas:
Es importante añadir algo que no se menciona en el vídeo. Cuando nos comunicamos con una persona sordociega podremos hablar directamente con él/ella. Pero si estamos interpretando (una clase, conferencia, reunión, etc…) es necesario aportar más información. Ya sea qué personas hay en la habitación; la disposición que tienen; el estado de humor; quién llega; quién se va; qué sonidos se producen, etc…
Recordemos que en una comunicación, mucha de la información no nos llega con el mensaje que se nos dice; sino por el contexto, la situación, la entonación, etc… toda esa información debe ser transmitida también a la persona sordociega.
[…] Con infinita paciencia y mucho tiempo de trabajo, consiguió que Anne aprendiese el alfabeto dactilológico; después el braille y más tarde lo que hoy conocemos como método TADOMA. Pero a pesar de lo […]
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