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Imagen del blog de sordera. Grecia y Roma sordas. Fotografía del lateral de una vasija en la que se representan a dos músicos griegos tocando la flauta y el arpa.

[Viene de post anterior]

En esta misma época, griegos y romanos tenían también sus teorías sobre los orígenes y causas de la sordera.


En Grecia, el famoso cronista Herodoto, conocido como “padre de la Historia” habla en obra Los Nueve libros de la historia sobre la «concepción de las personas sordas».
Los tres filósofos griegos más conocidos aportaron también sus pensamientos sobre las personas sordas: Platón cuenta que el uso de signos para comunicarse era habitual en Atenas; Sócrates postulaba que el lenguaje es icónico; y Aristóteles tras un estudio pedagógico determino que los niños que no escuchaban, no podían aprender. (Las conclusiones de los estudiosos de la época no siempre eran del todo acertadas.)
Hipócrates desarrollo los conocimientos sobre la relación del oído con otros órganos como el cerebro y las amígdalas.

En la Roma Antigua cuando un actor usaba gestos y movimientos en lugar de palabras se le llamaba «Pantomima». Expresaba cosas sin necesidad de hablar.
Paralelo al drama y la danza estaba la mimímica que se usaba cuando el narrador de una historia se quedaba sin palabras y usaba los gestos para improvisar.
Ya en el siglo I d.C el médico y escritor romano Cesio describió los tratamientos para la otitis, la sordera, los cuerpos extraños del oído y la cirugía para la obstrucción del oído externo.
Quintus Pedius fué el hijo de un cónsul romano y se considera la 1ª persona sorda que fue instruída, llegando a ser uno de los mejores pintores de la época.
El derecho romano supuso una gran innovación, ya que era evidente la preocupación del Estado por las personas sordas. Dionisio Upiano escribió disposiciones legales para sordos y mudos tales como:

– El sordo no podía prometer ni estipular.
-Los literatos y eruditos que perdiesen la facultad de oír y de hablar, podían hacer testamento y realizar actos legales.

– Cuando una persona se quedara sorda después de haber firmado el testamento era válido.

-Si una persona era sordomuda congénita no podía hacer testamento. Si era posterior y la persona podía leer y entender podía hacer testamento.

– Podían ser condenados excepto sordos, ciegos, mudos y locos.

– Las personas sordas y dementes no se podía torturar como castigo, por que no sabían confesar.

– El estatus social de las personas sordas: agricultores, soldados y artesanos.

Con la cristianización de Europa y la caída del imperio romano… [continuará…]

 

Fuente de la imagen:

https://jorgebanet.comwp-content/uploads/2013/04/Ancient-Greek-Music.jpg

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Comentarios (3)

[…] [Viene de post anterior] Con la cristianización de Europa y la caída del imperio romano las personas sordas vieron mermados su derechos; ya que a pesar de ser reconocidos como ciudadanos, lo eran de segunda. El judaísmo consideraba que los sordos eran personas, los rabinos intentaban que pudieran desarrollar conocimiento, moralidad y capacidad para razonar. Esto generó una mediana aceptación social de las personas sordas, por lo que el infanticidio estaba prohibido en estos casos. Las personas sordas eran aceptadas en las academias y sinagogas, así que podían estudiar la Torá, el Mishnah y el Talmud. No obstante, como sabemos las personas sordas tienen dificultades con la lengua escrita, por lo que muchos de estos estudiantes no podían terminar sus estudios. Esto les imposibilitaba tener su Bar Mitzvah y convertirse en adultos a los ojos de la ley judía. En el caso del cristianismo, la concepción de las personas sordas no cambió mucho. San Jerónimo dijo que “El Evangelio se puede explicar a través de la mímica.” y San Agustín que “Es necesario que las palabras se vean (verba visibila).” por lo que ambos estaban de acuerdo en que una persona sorda podía entender las escrituras y por lo tanto salvar su alma. Esta situación les convertía, a ojos de la iglesia, en personas; sin embargo, gran parte de la sociedad aún veía en ellos un castigo por los pecados cometidos por los padres o por ellos mismos. Durante toda la edad media, esta situación no varió mucho en Europa hasta la época de la revolución francesa, cuando … [continuará] […]

[…] Los comienzos del lenguaje humano están ligados a su evolución y su historia. Nuestros antecesores prehistóricos, fueron modificando su postura hasta que al ponerse de pie, las manos quedaron libres. Esta nueva disposición del cuerpo les permitió usar herramientas y al haber también una interacción social se crearon referentes para cosas conocidas y nuevos conceptos. Esto dio lugar a la existencia de códigos de comunicación o lenguajes; al principio un poco rudimentarios, y luego más complicados. Según algunas teorías, en el período en el que estos lenguajes comenzaron a aparecer el aparato fonador del ser humano aún no estaba completamente desarrollado, por lo que a la fuerza parte de la comunicación se debía realizar con signos. A pesar de que gran parte de la comunicación se hacía de forma viso-gesual, se cree que las personas sordas estaban consideradas como poseídas, por lo que se les efectuaban trepanaciones para intentar sacar los males y así «curarles». En la edad antigua existen referentes como el Código de Leyes de Manú (Siglo I a.C aprox.) en el que se establecía que la sordera era un castigo producido por las faltas cometidas por la persona en vidas anteriores. Como consecuencia dictaminaba que las personas sordas estaban excluidas de los derechos de herencia. Sin embargo, las leyes aclaraban que la familia de la persona sorda estaba obligada a mantener a su desheredado pariente. En el Egipto antiguo se realizaron numerosos estudios sobre el posible origen de la sordera. En algunos se relacionaba este mal con algún problema en el cerebro, y se plantea la posibilidad de que el sonido sea algo que se transmite por el aire; porque el cuerpo lo produce y lo recibe de alguna forma. En esta misma época, griegos y romanos tenían también sus teorías [Continuará…] […]

[…] pero no necesariamente que las cuerdas vocales y el resto del aparato fonador estén estropeados. Platón y Aristóteles ya sugerían la posibilidad de que la falta de audición tenga como consecuencia la falta de oralización. Sin […]

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