¿Sabían que el camaleón puede mover cada ojo de forma independiente? Esto le confiere la posibilidad de ver de dónde viene y a dónde va a la vez.
En ocasiones, hay gente que pretenden que las personas sordas hagan lo mismo. Imaginemos que estamos visitando un museo, lo más normal es que veamos a mucha gente con audio-guías, esos pequeños dispositivos que nos cuentan cosas en varios idiomas sobre los cuadros que estamos viendo.
Las personas oyentes, pueden recibir información por dos canales a la vez; el visual y el auditivo. Sin embargo, las personas sordas sólo la reciben por el visual.
Por eso tienen lo que se llama atención dividida, es decir, ven una cosa a la vez. Lo que en un museo significa ver las explicaciones de la guía (o intérprete) o ver el cuadro.
Esto genera muchas veces desconcierto, ya que muchas personas no se dan cuenta de este hecho y continúan el ritmo como si trabajasen con oyentes. Guías turísticos, profesores o comerciales, deben recordar que cuando se trabaja con personas sordas, los tiempos de explicación son más largos. Primero vemos la explicación y luego miramos los detalles en el cuadro.
Por supuesto si se trata de monumento hay que dejar también un tiempo para realizar fotos… ¡qué menudos son los sordos!