Como ya hemos visto, las dos principales ayudas con las que cuentan las personas sordas para mejorar su audición son el implante y el audífono. Sin embargo, existe un dispositivo que mejora la recepción de estos dos aparatos.
El bucle de inducción magnética viene a ser una especie de potenciador de sonidos. Se instala en la zona en la que se desea potenciar los sonidos; y mediante micrófono, o entrada de audio directa (para el caso de conferencias) recibe la señal que luego amplifica en forma de ondas electromagnéticas. Estas son recibidas por los audífonos que están en «modo T», es decir, en modo recepción.
Si bien este sistema es perfecto para comunicaciones mono-direccionales (conferencias, charlas, congresos, etc…) no lo es tanto para comunicaciones personales o confidenciales.
Por ejemplo, supongamos que en la ventanilla del banco tenemos instalado un bucle portátil, una persona con audífono en modo T, podría escuchar las respuestas de la cajera desde el exterior de la sucursal (aunque no lo que diga el cliente). Esta pérdida de confidencialidad puede ser asumible en lugares como aeropuertos u oficinas de turismo, pero nunca en bancos o servicios médicos.
A pesar de que por su poca implantación sea un gran desconocido (incluso para gran parte de la población sorda) el bucle de inducción no requiere de inversiones económicas fuertes. Está especialmente recomendado para instituciones educativas que cuenten con alumnado hipoacúsico o implantado y es, además, compatible con el uso de lengua de signos (o señas).
[…] de un lugar no se realiza solo con intérpretes. Son necesarios otros requisitos técnicos, como el bucle de inducción o la señalización […]
[…] completamente la realidad y necesidades de una persona sorda. Los centros no cuentan con las adaptaciones técnicas necesarias y carecen de intérpretes profesionales; ya que en muchos casos deben ser los familiares quienes […]
Gracias
En la imagen de arriba del aeropuerto dice ‘posición “T”‘. Esto viene de “Telephone Coil”, “bobina telefónica” en inglés.
Saludos
[…] cuando no existían tecnologías como el bucle de inducción, se utilizaban unos intérpretes de lectura labial. Su trabajo consistía en repetir un poco más […]